Ya desde hace unos cuantos años, la presencia de los restos de uno de los acueductos de la antigua Colonia Patricia Corduba, me ha llamado la atención en la cuenca del arroyo Pedroche. Por ello he ido realizando una documantación fotográfica del estado de los diferentes ramales de canales que conforman esta importante infraestructura hidráulica. La base bibliográfica para conocer las conducciones de agua históricas está en la obra de Ángel Ventura, El abastecimiento de agua en la Córdoba Romana; se trata de dos volúmenes editados por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba, en el segundo de los cuales se detiene el autor en los acueductos que surtían de agua la antigua capital de la Bética. La otra obra de referencia es la tesis doctoral de Guadalupe Pizarro, El abastecimeinto de agua de Córdoba. Arqueología e Historia, de septiembre de 2012.
A partir de esta base planteamos nuestra estrategia de documentación, con la vista puesta en dejar constancia de los diferentes vestigios que quedan de esta obra hidráulica, desde la preocupación por su conservación. En este sentido en junio del año 2021 el Pleno del Ayuntamiento aprobó la declaración de Reserva Natural Fluvial para el arroyo Pedroche, iniciativa surgida de la Plataforma Ciudadana en Defensa del Arroyo Pedroche, por sus valores ambientales y culturales y el potencial para actividades educativas y de ocio. Ojalá esta declaración sirva para proteger y divulgar los valores naturales e históricos de este espacio, y entre ellos el patrimonio arqueologico del que forma parte el acueducto.
Centrándonos ya en lo que ha llegado a nosotros de este Aqua Nova Domitiana, se trata de una serie de captaciones y conducciones de agua (4 ramales documentados) que sirvieron para dotar de agua a la ciudad de Córdoba (Colonia Patricia) que como capital de la provincia Baetica había crecido física y poblacionalmente desde su fundación en el siglo II a. C, fundamentalmente desde la reforma de época augustea.
Del ramal 01, el situado más al este, se han documentado escasos restos al estar en una zona más expuesta y que ha sufrido más alteraciones en época contemporánea (urbanizaciones, canteras de Asland). Se situaría, desde la urbanización Doña Manuela, sobre la parte alta de la ribera oriental del arroyo Pedroche. Únicamente se ha podido documentar un fragmento de specus caido en la parte baja de la carretera antigua, junto al puente sobre el que cruza el cauce del arroyo.
El segundo ramal tiene su captación de aguas en la parte alta del cauce del Pedroche y se uniría al ramal 03, probablemente, en la confluencia del arroyo Pedroche, con el de Santo Domingo y la Palomera. En el tramo en que ya están unidos ambos ramales encontramos uno de los fragmentos mejor conservados, aguas abajo del Puente de Hierro. Se puede apreciar tanto el specus o canal propiamente dicho, por el que discurría el agua, como la subestructura de grandes cantos y sillarejo de calcarenita, que sirve de base al mismo para mantener la pendiente mínima indispensable para el correcto funcionamiento del acueducto.
El tercer ramal, que se ubica a lo largo del cauce del arroyo de la Palomera, parece partir de una presa aguas arriba del arroyo y que pudimos documentar gracias a Luis Moreno, que nos guió en una estupenda ruta el pasado domingo 8 de mayo por toda la zona del arroyo de la Palomera y alrededores. Estuvieron en la partida también Ángel Sánchez Redondo y Manuel Ruiz Bueno; a todos ellos agradecerles a ruta, llena de elementos interesantes desde el punto de vista patrimonial, que abundan en la necesidad de dotar de protección efectiva a este entorno.
En este mismo recorrido tuvimos la oportunidad de acceder al interior de la Fuente de la Palomera, donde encontramos varios cartelones y el escudo de Córdoba, que dan cuenta de la reforma de esta obra hidráulica realizada en mayo de 1722.
Aguas arriba de la Fuente, encontramos restos de una estructura ralizada con grandes losas de piedra para la que no se ocurren paralelos con los que compararla; siendo la infraestructura caminera de la zona realizada con sillares o sillrejo de piedra, cuando no con opus caementicium (como el caso del acueducto).
El cuarto ramal del acueducto se documenta a media ladera en la vertiente occidental del cauce del arroyo Pedroche. Es factible encontrar bastantes tramos apreciables del specus, como el que se encuentra, casi colgado, junto a la cinta trnsportadora de mineral de la empresa Asland.
Quizá lo más interesante de este ramal es la posible asociación con otra gran estructura de captación y almacenamiento de agua, como es el embalse del Castillo Maimón. Se trata de un gran depósito que embalsaría las aguas de diferentes veneros que surgen en la zona. Los muros conservados tienen forma de talud para soportar mejor el empuje de la masa de agua almacenada, con contrafuertes de refuerzo en el muro oriental. Los ineriores de los muros, realizados en diferentes tongadas de opus caementicium (hormigón romano realizado con cal, arena y cantos) y el interior se recubre con opus signinum con mortero de cal y trozos de cerámica con función impermeabilizante.
En el recorrido del pasado domingo, pudimos localizar lo que parece ser un depósito similar, no se si en cuanto a dimensiones, pero si en cuanto a técnica constructiva, situado cerca del ya conocido y que podría conformar un sistema de embalses para nutrir al este ramal 04 del acueducto, con lo que tendríamos diferentes medios de captación y almacenaje de aguas, muestra del repertorio de soluciones que los ingenieros romanos podían adoptar de cara a buscar la mayor eficiencia de las construcciones hidráulicas.
Confío que esta breve reseña de parte del patrimonio que atesora este cauce del Arroyo Pedroche anime a su conocimiento, investigación, conservación y divulgación. Por nuestra parte seguiremos disfrutando cada oportunidad que tengamos para conocerlo un poco mejor.