Aunque el patrimonio histórico de Granada es amplio es innegable la preeminencia de la Alhambra en ese conjunto. El alcázar de la dinastía Nasrí en la colina de la Sabica parece tener como precedente el palacio del primer ministro de la dinastía Zirí, el judío Samuel ibn Negrela. A partir de esa construcción, el fundador de la dinastía nazarí, Al-Ahmar, decide que será allí donde se establezca la sede del poder y residencia, no sólo de la familia real, sino también de altos funcionarios, servidores y algunos militares (en este aspecto una función similar al alcázar de Madinat al-Zahra).
Iniciamos la visita en el Museo de la Alhambra, dentro del Palacio renacentista de Carlos I (V de Alemania). Este museo alberga una estupenda colección de piezas de época nazarí y también califales.
En el extremo occidental del conjunto y mirando a la ciudad de Granada se encuentra la alcazaba, espacio eminentemente defensivo del conjunto, dominada por la Torre de la Vela.
Se trata de uno de los espacios más antiguos del conjunto y conformael núcleo defensivo de la Alhambra. No se conservan los alzados de las viviendas, probablemente de tapial o ladrillo, pero la configuración de las mismas, en torno a pequeños patios (algunos de ellos con albercas), letrinas con canalaizaciones directas a los pozos negros del exterior, etc, nos recordaron a la forma de construir que conocemos de los arrabales de la Córdoba califal, siendo este uno de los últimos ejemplos de casas andalusíes.
La zona arquitectónicamente más rica es la de los palacios nazaríes (Mexuar, Comares y Leones) edificados a lo largo del siglo XIV. Precisamente por este interés este es el único espacio que, durante la visita, tiene una limitación de aforo por horario. En ellos se encuentran elementos tan icónicos como la fuente de los leones o la menos conocida pintura sobre cuero de los reyes nazaríes, acompañada por otras dos bóvedas pintadas, de clara influencia gótica.
En todo el conjunto destaca la abundancia decorativa, con yeserías, bóvedas de mocárabes y preciosas techumbre de madera con lacería.
El palacio del Partal da paso, hacia el este, a la zona ocupada por la medina, la ciudad palatina de la Alhambra, actualmente convertida en zona ajardinada y ocupada parcialmente por el convento de San Francisco. Aunque no nos podemos hacer una idea del aspecto de esta ciudad dentro de la Alhambra, quedan algunos ejemplos del aspecto de las viviendas que la conformaban y, como siempre, estamos interesados en conocer también como era el día a día de los habitantes de la población, por lo que resulta muy interesante.
Al norte se levanta el conjunto del Generalife, residencia de recreo de los reyes granadinos, con palacios, huertas y jardines para estar al margen de los problemas de la corte.
Durante la visita, con bastante afluencia de público (fin de semana + puente del Dia de Andalucía) no hubo ningún problema, el personal del Conjunto nos realizó las indicaciones necesarias y resolvió nuestras dudas con amabilidad. Desde el punto de vista organizativo destaca la fluidez con la que se puede realizar la visita, a pesar de las necesaria medidas de seguridad que el lugar requiere.Como conclusión decir que el último esplendor de al-Andalus que supone el sultanato nazarí, a pesar de su delicado equilibrio político para poder sobrevivir, es un eslabón más de la cadena de la historia de nuestra tierra. Una cadena que está forjada, también, por la cultura islámica que, desde su amanecer qurtubí hasta su ocaso garnatí, ha formado parte de la herencia que nos hacer ser lo que somos. Granada, desde el Patronato de la Alhambra, esta sabiendo capitalizar el interés por este patrimonio, revertiendo los ingresos conseguidos en otros elementos patrimoniales situados en la ciudad. De este modo se trabaja rehabilitándolos para hacerlos visitables y hacerlos formar parte del relato histórico, diversificando la oferta patrimonial.
Más info en https://www.alhambra-patronato.es